Toledo, y su provincia, también se conoce como la
Tierra del bolo. En principio me pareció que era por la costumbre que tienen de llamar
bolo al
hombre ignorante y de escasa habilidad, pero tambíen va a ser que algo tendrán que ver esas bolas de granito que cubren buena parte de su territorio.
Pero no todo en Toledo son bolos, ni monte: