Dicen que nadie quiere a su pueblo por ser el mejor, sino por ser el de uno.
Aquí está el que yo más anhelo.
Y aquí una vista con más detalle
¿ A que es precioso ? Pero aún así, no siempre trató bien a todo el mundo. Cuentan, que un pobre fraile que vino, y quiso prohibir el teatro, cuando se marchó dijo con satisfacción, mientras se descalzaba y sacudía sus alpargatas:
"¡ Baena, baenilla ! la de los caminillos blancos.
Siempre te verás dominada por cuatro gatos mauses.
No quiero tuyo ni el polvo de las zapatillas."
¿ Que le harían al pobrecito ?
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